¿Qué elementos elimina nuestra máquina de ósmosis inversa doméstica?
(y que no filtran otras máquinas)
Todos estos elementos tóxicos están presentes en el agua que bebemos día a día, en mayor o menor cantidad, pero presentes.
Ya sea en agua embotellada como en agua del grifo. Solo nuestra ósmosis inversa doméstica es capaz eliminar completamente la presencia de estos elementos en el agua.
Bacterias y virus
Bacterias como Escherichia coli y coliformes se encuentran entre las bacterias más comunes en los sistemas de agua. Éstas pueden llegar a causar problemas en el sistema digestivo como diarreas, fuertes dolores abdominales o infecciones gastrointestinales.
Pesticidas en el agua
Los pesticidas se usan con el objetivo de matar, repeler o regular el crecimiento de plagas, pero el problema es que debido a su mal uso, acaban llegando a nuestros sistemas de agua.
Arsénico en el agua
Un estudio realizado por la Society for Risk Analysis (SRA) afirma que el consumo de arsénico inorgánico tiene un efecto acumulativo en nuestro cuerpo y podría provocar enfermedades a largo plazo.
Metales pesados en el agua
El cobre, plomo, zinc, cadmio, entre otros, son metales pesados presentes en el agua potable.
El consumo prolongado de agua contaminada por estos metales puede acarrear problemas gastrointestinales, en los riñones, huesos y en nuestro sistema cardiovascular.
Cianuro en el agua
Según informa el Centro de Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el cianuro impide que el oxígeno llegue a las demás células del organismo, impidiendo así el proceso de la respiración celular.
Flúor en el agua
Según las recomendaciones de la American Diabetes Association (ADA), a través de un estudio llevado a cabo por el Gobierno de España, aquella agua compuesta por altos niveles de flúor, no se debería emplear para el consumo diario en bebés ni en niños menores de 8 años.
Nitratos en el agua
Según Greenpeace, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico afirma que el 30% de las estaciones de control de las aguas subterráneas y el 50% de las superficiales presentan una calidad no óptima debido a la contaminación por nitratos que causan metahemoglobinemia en lactantes y en concentraciones más altas, asfixia y problemas gástricos.
Cloro en el agua
El cloro, presente en el agua, puede formar subproductos de cloración que se han asociado a un aumento de distintas enfermedades. Esto depende sobre todo de la cantidad de cloro utilizado. Además, se ha demostrado que altos niveles de cloro en el agua pueden alterar su olor y sabor.
Cloroformo en el agua
El Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes del Gobierno de España y la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades por la CDC afirman que la exposición en grandes cantidades a esta sustancia, puede afectar al sistema nervioso central, el hígado y los riñones.
Aluminio en el agua
El aluminio está considerado como elemento no tóxico. Sin embargo, es un riesgo para la salud cuando se tiene una alta exposición con él.
Igualmente, cuanto más reduzcamos los niveles de aluminio en nuestra agua, mejor.
Hierro y manganeso en el agua
El hierro junto al manganeso son dos de los contaminantes químicos más comunes en fuentes de agua potable.
El agua contaminada con hierro y manganeso casi siempre contiene bacterias, las cuales se alimentan de los minerales que hay en el agua que ingerimos.
Sulfato en el agua
Según un estudio llevado a cabo por la Dirección General de Salud Pública y Participación de la Consejería de Salud y Consumo del Gobierno de las Islas Baleares, la ingesta de agua con alto contenido en sulfato puede provocar un efecto laxante en los humanos.
Calcio y magnesio en el agua
La alta presencia de cal y magnesio predominan en aguas con una dureza alta.
A pesar de que beber agua dura nos aporta más minerales que la blanda, beber agua con un alto contenido de sales de magnesio y calcio puede acarrear en la formación de cálculos en el riñón, según indica un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.
Estroncio en el agua
El estroncio entra en contacto con nosotros a través de los alimentos y el agua potable.
Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR), respirar o ingerir altos niveles de estroncio puede alterar el crecimiento de los huesos en niños y producir anemia.
Glifosato en el agua
La exposición a grandes o continuas cantidades de glifosato pueden causar síntomas graves como cólicos abdominales, dificultad respiratoria, somnolencia, presión arterial baja e incluso insuficiencia renal.
Mira el informe de microbiología